Si quieres aumentar la eficacia de tus radiadores y reducir los costes energéticos, es esencial limpiarlos con regularidad. Al fin y al cabo, incluso una fina capa de polvo puede reducir el rendimiento de un radiador en un 10%; si la última limpieza fue incluso hace más tiempo, la eficiencia puede bajar hasta un 30%.
Sin embargo, para evitar levantar polvo innecesario al limpiar los radiadores en el verdadero sentido de la palabra, es mejor dejar en el armario los plumeros y similares. Un método más eficaz, que también aglutina el polvo, es el uso de vapor microseco, que, gracias a un contenido de agua de sólo el 5 %, impide que el polvo se arremoline y, sin embargo, no deja humedad. Al mismo tiempo, los modernos dispositivos de limpieza por microvapor seco eliminan los depósitos de polvo hasta de la grieta más pequeña gracias a la alta presión, sin tener que desmontar ninguna pieza del radiador.
Otra ventaja de la llamada limpieza ecológica con microvapor seco: se puede prescindir por completo del uso de productos químicos de limpieza. Los aparatos modernos, como el Micro Cleaner de Medeco, funcionan exclusivamente con vapor de agua, que está formado por partículas diminutas. Como resultado, el microvapor seco disuelve y elimina el polvo, la suciedad y los restos de productos de limpieza; la elevada temperatura de salida del vapor seco, de unos 100 grados, también garantiza la desinfección térmica al mismo tiempo.
"El uso de productos químicos de limpieza tendría consecuencias duraderas, sobre todo para los radiadores", explica Fritz Pattis, fundador del concepto Limpieza Verde. "Todos los productos de limpieza dejan residuos, que luego -más aún con un radiador caliente- liberarían permanentemente vapores nocivos en el aire de la habitación". En cambio, limpiar exclusivamente con microvapor seco no sólo aumenta la eficacia de los radiadores, sino también la calidad del aire ambiente.
