Los bebés y los niños pequeños exploran su mundo en gran medida llevándose cosas a la boca. Lo que muchos padres no saben: Durante la fase oral, la cría también puede ingerir residuos de productos de limpieza que contienen ingredientes nocivos, desde ácido fórmico hasta ácido sulfámico. Si quieres evitar al máximo los productos químicos en la limpieza, debes utilizar vapor seco, porque incluso los productos ecológicos dejan residuos de los que hay que proteger las manos del bebé.
A diferencia de lo que ocurre en el sector alimentario, los términos "ecológico" y "orgánico" en los productos de limpieza no están sujetos a requisitos legales. Tampoco hay obligación de declarar. Esto significa que si los productos de limpieza contienen ácidos agresivos, álcalis o plásticos líquidos, los proveedores no están obligados a etiquetarlos en el envase, aunque sean peligrosos para la salud. Esto es especialmente peligroso para los bebés y los niños pequeños, que pueden recoger cualquier residuo que se adhiera al suelo o a los juguetes a través de las manos y la boca.
Por tanto, si quieres proteger a tu hijo, debes evitar los limpiadores agresivos en el hogar. La limpieza con microvapor seco es una alternativa totalmente libre de productos químicos y, al mismo tiempo, mucho más eficaz. Para ello, el agua se calienta en aparatos de limpieza compactos hasta tal punto que se produce un vapor casi seco. Sus partículas de agua microscópicamente pequeñas ya no tienen tensión superficial, por lo que pueden penetrar y disolver cualquier suciedad y residuo. Gracias a su bajo contenido de humedad, de sólo el 5%, incluso los suelos y superficies sensibles pueden limpiarse completamente sin productos químicos.
Otra ventaja es que no quedan nuevos residuos de productos de limpieza, lo que significa que, una vez limpias, las superficies permanecen limpias durante más tiempo, ya que la suciedad y los gérmenes ya no se adhieren tan fácilmente. Además, las superficies se desinfectan térmicamente de forma automática durante la limpieza con microvapor seco. "La elevada temperatura de salida, de hasta 100 grados centígrados, elimina el 99,99% del moho, las bacterias y los virus que pueden acumularse en las superficies", explica Fritz Pattis, fundador del concepto de Limpieza Verde, basado en el vapor seco. Aunque los bebés no necesitan un entorno libre de gérmenes para desarrollarse saludablemente: La higiene basada en el vapor seco siempre es preferible a los residuos químicos.